Usted no es un accidente. Su presencia en esta tierra no es un error. Tampoco es insignificante. Por el contrario, usted es querido aquí—¡y necesitado! Usted es una creación de Dios con un propósito único. Muchas personas “hacen” cosas para tratar de ganar aceptación por parte de otros, para poder “ser” alguien. Se convierten en esclavos de la opinión pública …